Elegir una carrera universitaria es una de las decisiones que más van a marcar tu vida, y a menudo se toma con poca información y madurez. Es habitual terminar la universidad, comenzar a trabajar y darse cuenta de que algo falla.
Cuando esto ocurre, entras en una crisis existencial. Lo que parecía funcionar ya no funciona y descubres que aquello que perseguías no te hace feliz.
Volver atrás es imposible y estudiar otra carrera es tremendamente difícil y requiere tiempo. Lo que sí puedes hacer de una forma relativamente fácil es cambiar de trabajo. Hay multitud de opciones, sobre todo si estudias una carrera técnica.
En este artículo te voy a contar mi experiencia como ingeniero durante diez años en diferentes empresas y cómo conseguí cambiar radicalmente hasta conseguir mi plaza de profesor de matemáticas.
El trabajo debe permitirte llevar una vida adecuada a tus circunstancias y necesidades, y una profesión como la de profesor de secundaria tiene muchísimas ventajas. Voy a explicarte las ventajas e inconvenientes de los diferentes trabajos a los que me he dedicado y espero ayudarte a que encuentres tu propio camino.
¿Por qué elegí teleco?
Elegir bien una carrera universitaria es un quebradero de cabeza para muchas personas. A no ser que tengas una vocación muy clara desde pequeño, las dudas te van a sobrepasar. Y es lo normal, porque a los dieciocho años uno no tiene la madurez suficiente para semejante decisión, no conoce las puertas que te puede abrir cada carrera y no puede adivinar cuáles van a ser sus necesidades diez años después.
Ahora tengo claro que, por orden de prioridad, estas son las preguntas que debes responder para elegir bien tu carrera. Cada una será un filtro y al final solamente deberían quedarte una o dos opciones.
- ¿En qué eres bueno?
- ¿Qué oportunidades laborales tendré y en qué condiciones: salario, flexibilidad, horario…?
- ¿Me lo puedo permitir: tengo dinero, me da la nota, tengo las habilidades y capacidades intelectuales necesarias…?
- ¿Qué me gustaría hacer?
Como ves, que te guste la carrera es lo último que debes valorar. Antes tendrás que asegurarte de que puedes ser bueno, que tendrás opciones de ganarte la vida en unas condiciones que te satisfagan y que tienes los medios para sacar tus estudios adelante.
Pero esto lo sé ahora , diecisiete después. En aquel momento solo pensé en el último punto y elegí arquitectura (después de haber decidido otras cinco o seis carreras antes). Por suerte ahí estaba el primo de mi madre, arquitecto, para persuadirme. El caso es que habría terminado en el peor momento, justo al iniciar la crisis en 2008, y mi futuro más probable era el paro. Gracias a él hice ingeniería de telecomunicaciones.
La carrera no me gustó nada y estuve a punto de abandonar a mitad. ¡Ni siquiera sabía cuál era el trabajo de un ingeniero de teleco! Pero tomé la decisión de acabar aunque solo fuera por honor, por no dejar las cosas a medias.
Después me daría cuenta de la enorme cantidad de posibilidades que ofrece una carrera como esta, y por eso estoy enormemente satisfecho de haberla elegido.
Mi primer trabajo
Estás acostumbrado a ir a algunas clases, por la tarde al gimnasio, tomar cañas con los amigos y a veces estudiar un poco. Es una vida cómoda y la controlas bastante bien. Pero al acabar la universidad te encuentras perdido. Tienes que hacer algo diferente y no sabes qué. Tus primeros trabajos van a marcar tu carrera profesional y debes elegirlos bien, pero probablemente las oportunidades no abunden.
Eché algunos currículums al azar y pronto empecé en una gran empresa americana como consultor IT. No tenía ni pajolera idea de en qué consistía aquel trabajo pero la mayoría de mis compañeros de universidad estaban entrando en consultorías. Me metieron en algunos cursos y participé en un par de proyectos, pero nada de aquello tenía ningún interés para mí.
La realidad de mi día a día se reducía a disimular continuamente, aparentar que sabía mucho sobre cosas que me sonaban a chino. Esa debía ser mi mayor preocupación. Un cliente había pagado por un consultor experto y ahí estaba yo, un recién licenciado haciendo el paripé. Era realmente estresante. Y frustrante.
Mi crisis existencial
Aquello no se parecía en nada a lo que había imaginado. Definitivamente no era para mí. ¿Era esto a lo que estaba destinado por haber estudiado teleco? ¿O había otros trabajos? En tal caso, ¿por qué había elegido este?
Siempre había querido comerme el mundo, tener un trabajo importante y cobrar un buen sueldo. No sabía exactamente cómo pero eso era secundario. Ahora vestía traje y corbata a diario pero me sentía desgraciado (puede que la corbata ayudara bastante a sentirme así). Tenía la sensación de que mi trabajo era completamente irrelevante para el mundo, encima me desagradaba profundamente y mi sueldo era bastante mediocre.
En una situación así, lo inteligente es pararse a pensar qué es lo que falla, qué necesitas realmente y definir un plan para conseguirlo. Pero todavía me faltaba experiencia y madurez para esto, a mis veinticuatro años.
Pensé en hacer un máster pero, si no sabía qué quería hacer, ¿cómo sabría qué máster me convenía? Afortunadamente descarté la idea y, en cambio, me abrí un perfil en Linkedin, fusilé con mi CV a todas las empresas que conocía y pasé mucho tiempo en Infojobs. Era como disparar aleatoriamente esperando acertar en algún blanco, pero funcionó.
De consultor a ingeniero, luego gestor, freelance y comprador
El caso es que empecé mal, eligiendo una opción que no iba conmigo por puro desconocimiento. Pero pude reaccionar rápido. Mis siguientes trabajos me resultaron mucho más interesantes, cada uno a su manera.
Por otra parte, en la empresa privada si no evolucionas continuamente tu currículum se estanca. Pero si cambias demasiado rápido se puede interpretar que no te comprometes o incluso que no eres válido y las empresas se van deshaciendo de ti. Tienes que manejar bien los tiempos y meditar cada cambio. En ocasiones puede ser un aspecto estresante, sobre todo si decides tomarte un periodo sin trabajar y dejar un vacío en tu CV, a ver cómo lo explicas después.
Durante diez años probé tres ciudades, cuatro empresas y cinco puestos diferentes. Las razones para ir cambiando de uno a otro fueron diversas: mejorar mi currículum, motivos personales o, simplemente, aparecía una oportunidad mejor.
He trabajado en grandes multinacionales y en pymes familiares; he sido becario, autónomo y empleado fijo; he disfrutado de buenos horarios y también he sufrido períodos de largas jornadas; he conocido buenos ambientes de trabajo y entornos hostiles donde el aire era irrespirable.
Trabajé en una gran empresa multinacional aeronáutica como ingeniero de sistemas y también gestionando proyectos. Fue una época dura al principio pero agradable después. Un trabajo interesante, un sueldo decente y buenas condiciones.
Después me mudé a Murcia por motivos paternales y aquí las buenas opciones eran escasas. Dediqué un tiempo a trabajar como consultor freelance en cuestiones de gestión de proyectos IT y control de costes. Era mi primera vez como autónomo y comprobaría de primera mano las enormes desventajas de este colectivo, frente a unos pocos beneficios.
Volví a la aeronáutica pero esta vez como gestor de compras en una empresa familiar mucho más pequeña de lo que estaba acostumbrado. En este tipo de empresas se aprende mucho, si te gusta el mundo de los negocios lo puedes pasar bien. Viajas, asumes responsabilidades y hay opciones de crecer. Pero también el nivel de exigencia y entrega es mayor, y las condiciones laborales serán precarias en general.
Para y piensa…¿qué quería realmente?
Descubrí que, por mucho que cambiara de empresa y puesto, los puntos negativos siempre eran los mismos: un horario de mañana y tarde, pocas vacaciones, un jefe agobiante, un salario poco más que decente y mucho estrés. Y ya no estaba dispuesto a aceptarlo.
Voy a contarte cómo conseguí resolver mi crisis.
Paré un momento y pensé fríamente: ¿qué necesito para ser feliz? Y entonces elaboré esta lista:
- Libertad económica
- Tardes libres
- Muchas vacaciones para disfrutar de mis hijos
- Sentir que mi trabajo es útil
Al principio, consideré varios negocios online y probé diversas maneras de generar ingresos pasivos pero no funcionaron del todo. Hasta que por fin di con la tecla: ¡profesor de matemáticas!
Suponía un cambio radical, sí, pero cumplía con todos los puntos de la lista: las matemáticas eran importantes, ayudaría a jóvenes a mejorar académica y personalmente, tendría mis tardes libres, largas vacaciones y un buen sueldo.
En realidad, esta idea no era nueva del todo. Cuando llegué a Murcia tras haber dejado mi trabajo en Madrid y sin nada entre manos, decidí estudiar el Máster en formación del profesorado y matricularme en una academia para preparar la oposición de matemáticas, simplemente por hacer algo, la verdad. Unos años después la idea volvió con más fuerza, y esta vez iba a por todas. Ya cumplía los requisitos para poder presentarme y conocía algunos entresijos de la oposición.
¡Al fin profesor de matemáticas!
Estudiar mientras trabajas a tiempo completo y crías a tus hijos supone un sacrificio enorme. Yo empecé estudiando por las noches, después de acostar a los niños, y también los fines de semana. Dos meses antes del examen ya no trabajaba y pude dedicarme por completo a realizar el sprint más intenso de mi vida.
Gracias a una buena preparación y a que las oposiciones fueron realmente difíciles (sí, has oído bien) conseguí una de las 39 plazas convocadas. Al final, el esfuerzo mereció la pena.
Y este sí que fue un cambio radical en todos los sentidos. Una profesión totalmente diferente y en condición de funcionario. Jamás imaginé que podría volver todos los días a comer a casa, llevar y recoger a los niños del colegio de vez en cuando y tener varios meses de vacaciones. ¿Por qué había sacrificado diez años de mi vida?
No es oro todo lo que reluce
Me gustaría decirte que ser profesor de matemáticas es el trabajo perfecto y que si apruebas la oposición vas a ser plenamente feliz a nivel profesional. Pero te estaría mintiendo. No existe el trabajo perfecto, ni tampoco todas las personas están hechas para cualquier trabajo. Debes comprender bien tu personalidad y tus circunstancias, y entonces elegir el trabajo que mejor te convenga.
A pesar de haber encontrado una profesión que encaja perfectamente con mis necesidades actuales, existen algunos inconvenientes que debo compartir contigo.
En primer lugar, tratarás a diario con un alumnado que tiene una edad complicada. En general, encontrarás buenos chavales y aprenderás mucho de ellos, pero siempre habrá algunos que prefieren estar a otras cosas. Con experiencia, poco a poco, aprenderás a gestionar cada grupo y situación de la mejor manera posible.
El sistema educativo tampoco te va a ayudar y te exigirá impartir un temario demasiado denso y poco práctico. Va a ser difícil llegar a todo sin correr excesivamente, así que deberás encontrar un equilibrio adecuado y no permitir que esto te ponga límites.
Aunque no tienes un jefe directo encima tuya constantemente, cada centro está gestionado por un equipo directivo con el que es habitual discrepar. Según las estadísticas, las diferencias con el equipo directivo son la primera causa de descontento entre el profesorado, muy por encima del alumnado.
¿Ingeniero o Profesor? ¿Cuál es tu camino?
El objetivo de este artículo es explicarte, desde mi punto de vista y experiencia personal, las ventajas e inconvenientes de trabajar en una empresa privada y ser profesor de matemáticas en un instituto público. Creo que ya lo he hecho en gran medida, pero voy a resumir los pros y contras de cada profesión.
Horario
En una empresa privada sabes cuándo entras pero no cuándo sales de la oficina. Como mínimo debes permanecer allí ocho horas diarias, que a menudo se convierten en nueve o diez.
Los profesores terminamos como máximo a las dos y media. Contabilizando el número de horas anuales, un profesor trabaja la mitad que un empleado de la empresa privada.
Vacaciones
Una empresa privada te dará 22 o 24 días de vacaciones al año que, en teoría, puedes elegir cuando mejor te convenga. Y digo en teoría porque vas a tener que coordinarte con otros compañeros y evitar momentos de alta carga de trabajo (según la fase de un proyecto, las Navidades en el comercio, el verano en el sector turismo, etc). En mi última empresa nunca me dejaron coger más de dos semanas y media seguidas.
Si tienes suerte de caer en una buena empresa, también te darán algunos puentes y, quizás, una semana en Navidad.
Pero el profesor disfruta de dos semanas de vacaciones navideñas, la Semana Santa completa, muchos puentes y dos meses completos en verano (que en realidad se alargan un poquito más). La victoria es por goleada
Salario y derechos laborales
Un profesor recién entrado (sin trienios ni sexenios) cobra catorce pagas de unos dos mil euros netos.
Posiblemente encontrarás mayores sueldos en la empresa privada que en la docencia, aunque en pequeñas empresas fuera de las grandes ciudades seguramente ocurra al contrario. Sin embargo, la diferencia no va a ser muy grande a no ser que alcances puestos de directivo.
En cuanto a derechos laborales como bajas, licencias, excedencias, etc está claro que el funcionario gana de nuevo por goleada.
Interés del trabajo
La docencia no es para todo el mundo, debe gustarte hablar con otras personas y tratar con jóvenes.
La mayoría de profesores entendemos que nuestro trabajo es importante. Formamos a los adultos del futuro, y no solamente en nuestra materia, ya sea matemáticas o inglés, sino también en otros aspectos de desarrollo personal. Por suerte, tenemos la libertad de impartir nuestras clases como mejor nos apetezca, utilizando los medios y métodos que nos parezcan adecuados y diseñando actividades divertidas.
Puede resultar repetitivo enseñar cada año lo mismo pero existen maneras de evitar la monotonía: elige diferentes cursos cada año, cambia ciertas actividades, organiza excursiones, cambia de centro cada ciertos años…
En una empresa privada debes hacer lo que te ordena tu jefe y tienes muy poca flexibilidad para elegir qué es lo importante en cada momento o cómo hacer cada tarea. Puedes tener suerte y encontrar un trabajo interesante pero la mayor parte del tiempo estarás preparando informes o justificando tu desempeño.
En ambos casos hay cierta carga administrativa que resulta poco agradable.
Estrés
Las horas del profesor son intensas pero escasas y cuando vuelves a casa o te vas de vacaciones los problemas desaparecen por completo. Mañana será otro día y en septiembre comenzará un nuevo curso con alumnos diferentes.
Sin embargo, los problemas de la empresa privada son a largo plazo y a menudo te los llevas contigo a la cama. Tendrás un jefe (o varios) encima tuya constantemente y también es habitual tener que estar pendiente del móvil del trabajo durante las vacaciones, lo que te impide desconectar.
Es muy evidente que en cuestiones de estrés gana el funcionariado, y lo afirmo con conocimiento de causa.
Carrera profesional
Sinceramente, he encontrado muy pocas opciones de hacer carrera profesional en la empresa privada. Para ascender debes, bien ser un trepa, bien estar en el lugar y momento oportuno. Sin embargo, la teoría indica que hay más oportunidades de crecer en la empresa privada.
Un profesor no aspira a más que cambiar a un instituto mejor e ir acumulando trienios. Existe la posibilidad de formar parte del equipo directivo como jefe de estudios o director, pero este tipo de trabajo es muy diferente.
Estabilidad laboral
El trabajador de la empresa privada siempre está caminando por la cuerda floja, en cualquier momento pueden prescindir de él alegando diferentes motivos: reestructuración de personal, baja carga de trabajo, dificultades económicas de la empresa, etc.
He vivido situaciones en que el miedo a ser despedido provocaba enfrentamientos y falsas acusaciones entre trabajadores. No es agradable trabajar en un ambiente como este.
Sin embargo, el profesor de matemáticas es funcionario y sabe que su puesto no peligra. Esta estabilidad te permite conciliar mejor el sueño e iniciar proyectos personales como comprar una vivienda.
Jefes
Es probable que estés harto de tu jefe si trabajas en una empresa privada. Una de sus obligaciones es controlarte y conocer qué estás haciendo cada minuto, y eso te tiene que acabar afectando. En mi caso, era una sensación de continuo control que me asfixiaba.
Ahora no tengo claro ni quién es mi jefe. Si bien es verdad que algunos asuntos los marca el equipo directivo y el jefe del departamento de matemáticas, al final el amo y señor de lo que ocurre en mis clases soy yo.
Movilidad
En ocasiones la situación personal nos obliga a mover nuestra residencia a otra ciudad o país, o quizás simplemente nos apetece un cambio de aires.
Si trabajas en una empresa multinacional es probable que encuentres opciones para cambiar de una sede a otra, o incluso desplazarte temporalmente por algún proyecto concreto. En el caso de que quieras cambiar a un lugar diferente, entonces tendrás que cambiar de empresa con las dificultades y riesgos que esto conlleva.
Un profesor ha aprobado las oposiciones en una comunidad autónoma concreta pero tiene movilidad nacional. Cada dos años se convoca un concurso de traslados en el que puedes elegir cualquier destino dentro de España. Las condiciones de trabajo serán exactamente las mismas.
Relaciones personales
Por último, es probable que en una empresa privada tengas buenos y malos compañeros. Compartir momentos duros en el trabajo une y puede que establezcas amistades para toda la vida.
Pero como profesor, el trato con otros profesores será escaso. Echarás de menos pasar tiempo y hablar con personas de tu edad, y al hacerlo tan poco tiempo será difícil establecer relaciones personales. Sin embargo, siempre habrá alguien con quien tomar un café en la típica hora libre o cuando no haya alguna reunión semanal, y charlar a la hora del recreo en la sala de profesores.
Espero que mi experiencia te haya servido de inspiración para encontrar tu propio camino. Como ves, no existe el trabajo perfecto y cada circunstancia personal requiere un tipo de trabajo diferente, pero ser profesor de matemáticas tiene muchísimas ventajas.
Me gustaría recordarte que yo conseguí mi plaza de profesor de matemáticas gracias al Método #EMAP. He diseñado y mejorado este método para que dispongas de todo lo necesario para conseguir tu plaza, superando las desventajas de una academia convencional. Te animo a que continúes indagando en mi web y descubriendo el método #EMAP, y espero que decidas unirte para que recorramos el camino juntos.
También te invito a que comentes este artículo y, si necesitas saber algo más, contactes conmigo a través del formulario web. ¡Prometo contestarte lo antes posible!
Me interesa
Hola Dayami, te envío información por email
Hola, me gustó mucho leer tu historia me gustaría me indicaras los pasos que necesito para volverme profesora en España, fui profesora en mi país pero tengo entendido que aquí piden unos requisitos obligatorios
Hola Marian, en este vídeo explico los pre-requisitos para poder presentarte a la oposición: https://www.youtube.com/watch?v=TiGps_XJHko&t=46s
Hola. Muy bueno el post.
Yo estoy en un camino parecido.
Gracias.
Tengo 22 años voy a acabar la carrera de ingeniería industrial que ha sido sin duda algo duro pesado y aburrida, por eso me estoy planteando muy seriamente ser profesor de matemáticas, leer tu comentario ha sido de gran ayuda. Muchas gracias y un saludo.
Me alegra haberte ayudado, Pedro.
¡Ánimo con lo que te queda para terminar!
Y después, a buscar tu camino. Puede que tengas que probar varias cosas antes, pero tarde o temprano siempre acabamos encontrando nuestro sitio.
Un abrazo
Rodrigo
Hola, buenas tardes!
Me gusta el planteamiento de tu método. Yo realmente estaba buscando un «preparador», una persona con la que pueda preparar todas las fases de la oposición, donde la resolución de problemas sea una de ellas, pero no he visto que el método lo desarrolle. ¿Es así? ¿o no he sido capaz de verlo?
Enhorabuena por tu trabajo, textos y videos, me parecen realmente buenos.
Un saludo,
Nuria
Hola Nuria, gracias por tu comentario.
Mi programa de preparación cubre las 3 fases de la oposición: temas, problemas y programación didáctica.
Hola,
Muchas gracias por tu historia, me está haciendo reflexionar mucho.
Yo tras unos 3 años en la industria privada, en el paro y con las expectativas de encontrar un trabajo en el que te exploten, te paguen como si fueras un técnico despues de haber obtenido una ingeniería, un máster y mil cursos, me estoy planteando dar el salto a profesor de FP.
Se que es renunciar a muchos sueños, pero con el panorama tan alentador que hay y las condiciones ofertadas en educación, el cambio casi se convierte en obligatorio.
Ojalá nos sigas contando más de como fue tu adaptación, si echas de menos tu vida anterior, o si te has encontrado con compañeros profesores que te han tachado de «ingeniero frustrado»
Gracias!
Hola David! Me alegra haberte inspirado de alguna manera.
Efectivamente, y aunque nadie me lo haya dicho directamente, sé que algunos piensan eso de «ingeniero frustrado». No soy de los que se dejan influenciar por opiniones o comentarios, creo que hice un buen cambio y era lógico hacerlo en mi situación (mi hijo lo valora y me lo agradece).
La realidad es que el sueldo por hora de un profesor es bastante más alto que el de un ingeniero, y eso que a mí no me iba nada mal en la empresa privada. Por no hablar de las vacaciones, tardes libres, posibilidad de reducirte la jornada, etc, etc. Por lo demás, disfruto bastante con mi trabajo.
¡Felicitaciones por el artículo! Me ha gustado mucho y me he sentido identificado.
Me gustaría hacerte una pregunta. ¿Valoraste en su momento alguna otra oposición, aparte de la de profesor de matemáticas en secundaria?
Un saludo y muchas gracias.
Hola Rubén, valoré montar un negocio por mi cuenta, incluso hice algún intento tímido pero no llegó a nada.
Al final decidí hacerme profesor de matemáticas y tener tiempo libre para otras cosas, y resulta que es una profesión que me gusta mucho.
Un saludo
Hola!
Me he sentido muy identificado con tu artículo. Muchas gracias por escribirlo.
Yo también consideré la idea de estudiar arquitectura pero mis padres y otras personas me la quitaron de la cabeza (menos mal!), y al final acabé estudiando teleco. Mi razón para estudiar teleco fue que tenía una especialidad en imagen y sonido y a mí me encanta la música, sin embargo esta especialidad fue una gran decepción cuando la hice (100% teoría y 0% práctica). Al terminar la carrera salí sin ningún tipo de habilidades en imagen y sonido excepto las que pude aprender por mi cuenta.
Al final he estado haciendo desarrollo web 5 años desde que terminé (4 trabajos distintos en 3 países distintos), y aunque mis condiciones han sido mejores que las de muchas personas de mi edad (buen sueldo, sin horas extra, ambiente relativamente relajado), es un trabajo que nunca me ha convencido. Como mis condiciones son buenas, me cuesta explicar a otros por qué no me gusta mi trabajo, y me he sentido muy identificado cuando dices que sentías que tu trabajo no valía para nada. Sentir que mi trabajo es inútil y no estar en contacto con gente es lo que más detesto de todos los trabajos que he tenido.
Ahora estoy haciendo el máster del profesorado y leyendo artículos como el tuyo para asegurarme de que esta es la dirección que quiero tomar. Me has aclarado mucho las ideas! Me ha sorprendido el hecho que mencionas de que es difícil establecer relaciones personales. En mi caso como desarrollador, estar 8 horas delante de una pantalla tampoco favorece mucho las relaciones personales, así que creo que no sería un cambio a peor, pero lo tendré en cuenta.
Un saludo,
Javier
Hola Javier, me alegra haberte sido de ayuda. Efectivamente, respecto al tema de las relaciones personales la situación no es comparable 🙂
Buenas noches
Yo te leo desde Perú, soy sincera aqui tambien es asi como lo cuentas ahora soy madre de niños entrando a la adolescencia e ingeniero de sistemas sin ejercer por ello tu articulo me ha hecho much ilusion de todo lo que has contado. Lo felicito por su articulo.
Muchas gracias por tu comentario Judit
Buenas. Soy ingeniero eléctrico y, tras trabajos estresantes y dar varios tumbos estoy decidido a convertirme en profesor cueste lo que cueste, pero ahora mismo desconozco todo el proceso ¿Puedes informarme un poco de cómo es?
Hola Alejandro, me suena mucho tu situación 🙂
Entiendo que te refieres a cómo es la oposición en cuanto a exámenes, fases, etc. En este artículo lo explico (aunque hay ligeras diferencias entre CCAA son mínimas): https://oposicionesmatematicas.com/como-ser-profesor-de-matematicas/
También en este vídeo está explicado: https://www.youtube.com/watch?v=TiGps_XJHko&t=3s
Si quieres información sobre el curso escríbeme a contacto@oposicionesmatematicas.com
Un saludo y ánimo!
Rodrigo
Hola
Tengo soy Ingeniero Técnico, tengo 48 años, puesto laboral fijo en una cooperativa, muchos años de experiencia, sueldo normal, familia numerosa…….
Mi trabajo actual me gusta y me pagan bien.
Sin embargo la empresa industrial requiere muchísimas horas de trabajo, llevarte problemas a casa, muy poco tiempo libre, y de vez en cuando tensiones laborales con compañeros, compañeros trepas a los que les importas poco, etc…
Siempre me ha gustado «enseñar» a otros, me atrae el transmitir la experiencia personal a quienes se están formando.
Tengo paciencia, me gustan las personas. Y por esto me atrae la docencia. Por ello me saqué el Máster de Educación hace unos años, y ahora estoy decidido a pasarme a la educación.
Pero sinceramente estoy acojnado. Por eso estoy aquí a las 3 de la madrugada consultando opiniones de quienes se han pasado a la educación.
Acojonado por dejar un puesto laboral fijo y lanzarme a lo desconocido, a al inseguridad de ver si me llaman para trabajar de profesor (estoy metido en las listas, sólo falta ponerme como disponible), y con miedo a no cumplir con las obligaciones que uno tiene: familia, hijos, hipotecas, etc….
Merece la pena el cambio de pasar de la industria privada a la educación? También me preocupa mi edad, 48 años no son pocos. Merece la pena dejar un puesto fijo por probar la enseñanza? Depende de cómo se vea. Pueden ser 15 años de trabajo en un sector que puede ser gratificante.
De un profesor valoro: trabajo gratificante, posibilidad de verse realizado al ver la evolución de unos chavales (Formación Profesional) que están aprendiendo, el tiempo libre que permite el ser profesor, menos estrés que el mundo de la empresa. Económicamente saldría perdiendo, no mucho, pero no es lo que más me satisface.
Qué opináis? Merece la pena?
Gracias por vuestras opiniones y/o experiencias.
Ioar
Muy buenas loar,
siempre es una decisión difícil y muy personal, resulta complicado aconsejar en este tipo de situaciones. Personalmente, yo compaginé trabajo en la empresa privada con el estudio de la oposición, no quise arriesgar tanto, y me salió bien pero es muy difícil encontrar horas de estudio trabajando y atendiendo a la familia. En cuanto al cambio, estoy plenamente satisfecho en absolutamente todos los sentidos (calidad y recompensa del trabajo, jornada y vacaciones, salario…).
Una opción podría ser estudiar sin dejar el trabajo, o pedir una reducción de jornada si puedes. O ponerte como disponible en las listas y solo dejar el trabajo cuando te llamen.
Espero haberte ayudado y que tengas mucha suerte con tu decisión.
Un saludo
Rodrigo
Hola buenas, me ha hecho mucha ilusión ver que te va muy bien, me alegro mucho!! Me gustaría pedirte ayuda/consejo. Soy alumno de 2º de bachillerato y hago la EvAU en 2 semanas. Quiero ser profesor de matemáticas o física y química, pero también ingeniero civil. Estaba pensando en hacer el grado de ingeniería civil y territorial en la UPM y después el máster de Ingeniero de Caminos, Canales y Puentes; ya que he visto que es necesario esa licenciatura o alguna otra como Ingeniería Industrial, de Montes, pero a mí lo que me gusta es la Ingeniería civil. Después haria el Máster de profesorado de secundaria y Bachillerato de 1 año y prepararme las oposiciones en la Comunidad Atónoma que me apetezca en ese momento. He estado informándome mucho; pero no sé al 100% si puedo seguir este camino para ser profesor. Porque quiero ser ingeniero civil, pero no sé si tendrá muchas espectativas de futuro, pero al ver artículos como el tuyo, he visto que puedo acceder a un trabajo bien remunerado y con vacaciones para pasar tiempo con la familia. Lo siento por este texto, pero no tengo a nadie que me de consejo o me guíe para saber si puedo seguir este camino. Y mi pregunta es si es necesario hacer el máster de ingeniero de caminos, canales y puentes antes de las oposiciones; ya que he visto que un ingeniero técnico sólo podría en institutos privados. Es para estar bien informado de mis posibilidades, muchas gracias! Tengo 18 años y muchas ganas de estudiar y transmitir mis conocimientos y en caso de tener que hacer el máster no me importaría en absoluto.
Muchas gracias de antemano por la ayuda y por este artículo que a tantas personas está ayudando y solucionando vidas. Espero tu consejo y respuesta. Gracias!! Un saludo enorme
Hola Alí, para presentarte necesitas un título de grado, cualquiera te sirve. Ahora bien, mejor que sea concordante con la especialidad de Matemáticas para entrar en lista de interinos si no superas la oposición a la primera. Puedes consultar las listas de titulaciones concordantes en las convocatorias de oposición de cada CCAA (varían de una a otra), en mi blog están los links a las últimas:
https://oposicionesmatematicas.com/plazas-oposicion-matematicas-2020-ccaa/
Dedica esfuerzo a las asignaturas de matemáticas en la carrera para ganar base.
Un saludo y suerte!
Buenas tardes,
Tengo ganas de dejar el sector privado y dar el salto a una oposición.
Se debe principalmente a las mismas razones que tu expones arriba. He valorado distintas oposiciones entre ellas las de educación, por ello quería preguntarte cómo te sientes con el cambio y si sigues trabajando de ello.
No termino de decirdirme entre esta y otras y me vendría bien tu opinión.
Muchas gracias,
Alejandro
Hola Alejandro,
cambiar de sector laboral tan radicalmente es una decisión complicada y muy personal. A mí me ha ido muy bien y estoy contentísimo con el cambio, por supuesto sigo enseñando en un instituto de Murcia.
No volvería a la empresa privada. Es mi experiencia, quizás he tenido bastante suerte en todo este proceso pero laboralmente nunca he estado tan feliz y satisfecho como ahora.
Un saludo y suerte con tu decisión!
Rodrigo
Q dilema ingeniero o profesor ,me pasó algo similar .hoy después de muchos años termine siendo profesor de matemática y física ,q si lo hubiera elegido cuando salí del secundario me hubiera ahorrado muchos dolores d cabeza y tiempo de dar vueltas
Hola,
Me siento tan identificado con lo que escribiste, yo me gradue siendo ingeniero y recien egresado tuve a los meses la oportunidad de integrarme a una buena empresa, dure alrededor de año y medio, y en teoria me sentia algo seguro aunque faltaba algo, siempre decia, ¿Esto es lo que hare el resto de mi vida? , por cuestiones de la empresa tuvieron que finalizar mi contraro, y dure meses buscando trabajo, hasta que se me dio la oportunidad de entrar a la academia(dar clases),
En el transcurso opte por estudiar algo distinto o un posgrado para especializarme en alguna area de interes(mi caso desarrollo de software) pensando que terminando el master, buscaria algo especifico en esa area que se me hacia muy diferente al trabajo en el que habia estado en el privado. Ahora ya recien egresado del master, se me presenta una oportunidad laboral, sin embargo durante este periodo de alrededor de 4 años estando en la academia a tiempo completo y pude comparar totalmente la diferencia de los dos mundos, y si evidentemente tiene cosas buenas y malas, ahorita estando en el dilema si regresar nuevamente al privado en esta nueva area o si ya estoy en el lugar indicado.
Leer tu reflexion me ayudara a tomar alguna decision, mas que nada si seguir 100% en la docencia o combinarlo, sin embargo con sus limitante de igual manera.
Saludos amigo!!!
Hola!
Me encantó leerte. Soy de Argentina, ingeniera en sistemas de computación, con 11 años trabajando en empresa privada, y ahora pensando en la docencia.
Es un cambio enorme!! Siendo mamá, valoro mucho el tema de tener más tiempo para mi familia. Ojalá pueda hacer el cambio de rumbo.
Gracias por compartir tu experiencia!!
Un artículo super interesante y esclarecedor. Yo, terminando mi ingeniería, también estoy pensando en meterme a la docencia.
Lo único que tengo una pregunta. Es porque estoy valorando la alternativa de Física y Química en lugar de la de matemáticas. He tenido profesores terribles de química y por tanto nunca me ha gustado, pero, yo qué sé… Lo mismo el sueldo es mejor, se trabaja menos y es un puesto menos demandado que el de matemáticas, por lo que es más fácil conseguir plaza…
¿Sabes si es el caso?
Y otra cosa, sabes quizás por algún compañero cómo de contentos están con su plaza de profesor de informática. Al ser Ingeniero Informático, también es algo que valoro, aunque pienso que no tiene suficiente carga lectiva para poder ganarte la vida con eso (en mi instituto dábamos una hora a la semana de informática). ¿Sabes si esto es cierto?
¡Gracias por adelantado!
Hola Manuel,
la carga lectiva es la misma para una jornada completa, la diferencia es que con Matemáticas tendrás 5 grupos de unos 25 alumnos (unos 125 alumnos en total) y con Informática puedes tener cerca de 20 grupos pero más reducidos al ser habitualmente una optativa (unos 250 alumnos).
Conseguir plaza en Informática es difícil porque salen menos plazas y el ratio de opositores/plaza creo que es más alto. En Matemáticas se presentan pocos por la dificultad de la materia, así que suele ser de las especialidades donde más fácil es conseguir plaza a la primera. De FyQ no estoy informado, la verdad.
Saludos
Rodrigo
Wow, acabo de leer el artículo y me identifico 100%, muy buen artículo felicidades!
Ahora mi duda existencial es si es suficiente haciendo una buena fase de oposición o es casi imperativo tener ciertos méritos acumulados. Tengo un trabajo indefinido y lo de hacerme interino supone dejarlo y seguir haciendo frente a una economía familiar.
¿Qué consejo me darías?
Saludos,
Fabio
Hola Fabio,
difícil aconsejar en esa situación ya que es un tema muy personal.
Lo que te puedo decir es que ya no es tan imperativo tener puntos en la fase de concurso porque suelen aprobar menos opositores dado el mayor nivel de dificultad y el sistema ha cambiado un poco, restando importancia al baremo. Yo mismo conseguí plaza sin haber sido interino antes y, por tanto, sin tener apenas puntos. Según la CCAA donde te presentes será más o menos importante la fase de concurso (por ejemplo, en Andalucía sigue siendo casi imperativo tener una buena cantidad de puntos aunque en otras CCAA como Madrid, CyL, Murcia, etc no lo es).
Saludos
Rodrigo
Hola Rodrigo, me ha encantado tu post, y me gustaría hacerte una pregunta:
¿Conseguiste plaza solamente con la nota del examen de la oposición?¿Tenías méritos que te puntuaran en la fase de concurso?
Hola José Miguel,
siempre se tiene algún punto de méritos. En mi caso tenía 2 y pico entre certificaciones de inglés y los cursos de formación que todo opositor hace antes de la oposición. Son muy pocos puntos al no contar con experiencia previa como docente. Se puede decir que conseguí plaza solamente con la nota del examen de la oposición.
Un saludo
Rodrigo
Hola,
¡Me ha encantado tu post! Si todo va bien, yo dentro de poco seré docente, y me alegro mucho de leer opiniones como la tuya. A veces parece que la sociedad se empeñe en disuadir a todo el mundo de acabar en esta profesión, parece que conlleva unos peligros insalvables y que no valga la pena enseñar, por mucha vocación que tengas. Puntos de vista como el tuyo ayudan a compensar todo el catastrofismo que se puede encontrar en otros lugares.
Gracias por aportar tu visión de una manera tan equilibrada, sosegada, reflexiva y sin pecar de pesimismo.
Hola!
Me alegra que te haya ayudado mi post 🙂
Te deseo lo mejor en tu nueva etapa como docente. Si quieres, dentro de un tiempo, te animo a volver a comentar y detallar tu experiencia.
Un abrazo!
Rodrigo
Hola, yo me encuentro en una situación similar a la que comentas, las diferencias,… yo si estudié arquitectura, acabé justo a tiempo para coger de lleno la crisis, en septiembre del 2007,…. soy autónoma desde entonces, sin mucho trabajo (crisis,despues hijos, desconexión del mundillo,…), vamos, que trabajo basicamente para cubrir gastos. El año pasadome replanteé mi futuro, y es cuando pensé en convertirme en profesora de matématicas, pero todavía no podía. En junio conseguí sacarme el B2 en inglés, para poder hacer el master de profesorado, que haré a partir del próximo febrero (para septiembre ya no había plazas),…
Bueno, esta es mi historia, me patecr muy atractivo tu método, pero todavía tengo que hacer rl máster, por ahora intento ir ojeando el temario y algún ejercicio para entenderlos e ir adelantando trabajo para cuando pueda presentarme a las oposiciones.
Hola Elena!
Es una decisión valiente y seguro que te traerá muchas cosas buenas.
Te transmito mucho ánimo y fuerza en este nuevo camino 🙂
Un abrazo
Rodrigo
HOLA!
de verdad me ayudó mucho el leer tu historia, en serio necesitaba saber el como sería mi futuro, ya que estoy apunto de entrar a la universidad, y estoy entre la carrera de ingeniero mecánico o maestro, pero gracias a tu ayuda, sé lo que voy a elegir, más que nada porque quiero una estabilidad en mi vida y con mi futura familia.
Saludos desde México
GRACIAS!
Hola Sebas,
me alegro que te haya ayudado pero ten en cuenta que hablo desde el conocimiento del mercado laboral en España, no sé si la situación en México es similar.
Un saludo
Rodrigo
Hola!
Tengo 22 años y este año acabo la carrera de teleco (en la UMA, Andalucía), desde hace años que quiero ser profesor de matemáticas, pero me agobia un poco el hecho de recien terminada la carrera hacer el máster de profesorado y las oposiciones, dejando de lado todo lo que he aprendido en estos años y el hecho de haber hecho una ingeniería (ademas con una buena media) para pasar a ser profesor. ¿Qué opinas, debería hacer algo de teleco (máster de telemática (mi especialidad), algún trabajo…) durante un tiempo o meterme directamente en el máster de profesorado?
La verdad que me tiene un poco agobiado esa decisión, porque es una decisión importante y que podría echar para atrás si no la tomo bien pero ya sería tiempo perdido.
También te quería cuanto tiempo le dedicaste a estudiar la oposición (semanal por ejemplo) y cuanto tiempo libre disponías (si no trabajases durante el estudio de éstas).
Y por último si te fue dificil o no al no haber estudiado la carrera de matemáticas sino una ingeniería (he leído el temario y hay temas que no tengo ni idea de que tratan).
Muchas gracias y un saludo.
Hola Óscar,
todo depende de tu personalidad e intereses. Cuando yo salí de la carrera tenía muchas inquietudes y la docencia ni siquiera entraba en mis planes. Unos años después me desencanté de la empresa privada y tuve hijos, por lo que la decencia pasó a ser la mejor opción. Creo que cada cosa tiene su momento en la vida y si crees que ahora no es momento de opositar, ya tendrás tiempo de hacerlo(teniendo en cuenta de que cuanto más tardes, más difícil).
Yo estudié mientras trabajaba a tiempo completo (también por las tardes) y además criaba a mis dos hijos que eran bebés, así que tiempo libre tuve exactamente cero durante un año. Pero bueno, lo normal es dedicar una media de 40 horas semanales durante 9-12 meses, como un trabajo a jornada completa.
Por supuesto que fue difícil, había contenido matemático que no había estudiado nunca y tras 12 años sin tocar las matemáticas tuve que recuperar muchas capacidades perdidas. Pero lo disfruté, fue un reto bonito y me enamoré de las matemáticas.
Un saludo
Rodrigo
Hola Rodrigo,
le escribo ya que me encuentro en una situación similar a la suya. Antes de nada me gustaría comentarle que el artículo me ha resultado muy interesante y que me ha aportado una visión distinta a la que la mayoría de las personas de mi entorno me han dado.
Tengo 23 años y acabo de graduarme de la carrera de teleco (En la UGR, Andalucía) honestamente me encuentro entre la decisión de realizar el máster de profesorado con especialidad en tecnología para después realizar la oposición de la misma (ó derivarme a FP) ó realizar el máster habilitante de Ingeniero de telecomunicaciones y comenzar una andadura profesional partiendo desde la propia universidad donde me ofrecen trabajo como investigador durante 2 años.
La decisión se está volviendo muy complicada ya que ambas propuestas me parecen fascinantes y a la vez escogiendo una de las dos me quedaría con la espinita clavada de la otra, ya que desde mi punto de vista te ofrecen retos muy interesantes pero distintos. Desde mi punto de vista el profesorado me propone un reto social y el de telecomunicaciones intelectual, aunque ambos tendrían complicaciones.
Mi situación es esa, mi tutor del TFG al cual le estoy super agradecido en todo el proceso del mismo supo que mi primera intención era dedicarme al profesorado y, siempre, comentó que una persona con una capacidad de trabajo como la mía era un chasco que me dedicara a la docencia en vez de continuar por la rama de la ingeniería.
Esto no lo tuve en cuenta hasta que vi el TFG terminado (el cual trata de caracterización de antenas no lineales, rama de sistemas de telecomunicación) del que me he enamorado a pesar de todo lo que me ha hecho pasar, igual que el resto del grado. Hecho que aporta más duda a la decisión.
Mi entorno siempre me ha comentado que la rama del profesorado se encontrará ahí pero es que no quiero, como comenta, que se me pase el momento de la oposición ahora que tengo la capacidad suficiente y el ritmo.
Desde mi punto de vista esta decisión es como elegir entre papá y mamá, la balanza se encuentra equilibrada y, con perspectiva a futuro, haga lo que haga se que me voy a sentir algo insatisfecho dejando la otra opción de lado. Por ello, me propuse si la opción de realizar la rama de profesorado y, tras esto, realizar el máster habilitante y compaginar docencia con otro ámbito relacionado con la ingeniería (Llámese investigación relacionada, proyectos, etc…) sería posible, ¿Qué opina?
Rodrigo como docente actualmente y su experiencia en el ámbito profesional me gustaría preguntarle acerca de qué opina de mi situación y si pudiera darme una perspectiva desde ambos punto de vista.
Se lo agradezco de antemano, le pido disculpas por si el mensaje es algo lioso.
Un saludo,
Gabriel.
Hola Gabriel,
el aspecto vocacional es algo muy personal y me temo que nadie va a poder ayudarte en ese sentido. Intentaré orientarte a nivel laboral.
No tengo experiencia trabajando en la universidad pero tengo entendido que las condiciones no son muy buenas. De hecho, he tenido varios alumnos profesores de universidad que han decidido opositar y pasar a secundaria por las condiciones laborales (mayor sueldo, estabilidad, vacaciones…). Supongo que depende del rango que adquieras, ya que un catedrático imagino que está bastante bien.
En la empresa privada tengo mucha experiencia. Encontrarás mayores retos pero también más presión y horas por un mayor sueldo que en muchos casos no compensa (si calculas el salario por hora es habitual ganar más como profesor).
Siendo tan joven creo que puedes permitirte probar y rectificar hasta encontrar tu sitio. El camino habitual es pasar por la empresa privada y si te cansas, o la vida personal se hace incompatible, entonces te planteas la oposición. Es verdad que conforme pasan los años cuesta más pero nunca es tarde, siempre se puede aprobar. En cuanto a compaginar, tienes que encontrar un empleo que te lo permita pero conozco profesores que lo hacen: algún arquitecto que da clases en un instituto y por las tardes lleva algunos proyectos como autónomo, algún economista que ofrece servicios de asesoría fiscal, profesores que dan clases particulares/en academia o los que nos dedicamos a las oposiciones. En general, son trabajos en los que se ofrecen servicios como trabajador autónomo.
Un saludo
Rodrigo
Un saludo
Rodrigo