El profesor interino es tan válido como cualquier otro y puede llegar a acumular más de una decena de años de experiencia. Sin embargo, su situación laboral es precaria debido a la incertidumbre por no saber cuántos meses vas a trabajar el próximo curso ni en qué centro podrá hacerlo.

 

En estas condiciones, es difícil sentir suficiente motivación en tu trabajo y planificar tu vida personal. En este artículo voy a explicarte cómo puedes dar un cambio de rumbo a tu situación y conseguir tu plaza de profesor de matemáticas.

 

La maldición del interino

 

En general, los primeros puestos de la bolsa de interinos los ocupan opositores que, habiendo aprobado alguna oposición, no consiguieron plaza. Pero muchos interinos entran en la bolsa por la vía fácil: se presentan a una oposición sin apenas estudiar, suspenden y ya están dentro. Algunos incluso han entrado sin siquiera presentarse. Después, solo es cuestión de ir cogiendo puntos a base de experiencia, cursos, etc. para mantenerse en la bolsa.

 

La vida pinta color de rosa para un joven interino. Cobra un buen salario, tiene muchas vacaciones… ¿qué más se puede pedir? El ser humano se acostumbra pronto a lo bueno y se acomoda, deja de progresar.

 

Esta situación de confort y el paso de los años guían el curso habitual de la vida: coche, boda, hipoteca, niños…Puedes permitírtelo, ¿por qué no?

 

Entonces llegan nuevas oposiciones y no estudias. Ya no te sobra el tiempo pero no importa, puedes seguir de interino.

 

¡Error! Todos los que consiguen plaza te adelanta, muchos de los que aprueban también te adelantan. En septiembre ya no te llaman y esperas con ansiedad cubrir una baja, aunque sea por unas semanas, porque hay que seguir pagando la hipoteca y la guardería de los niños.

 

Debiste haber perseguido tu plaza y no lo hiciste, ahora te das cuenta. Para las próximas oposiciones ya tendrás una edad y seguirás cuidando de tus hijos. Tienes más presión y menos ánimo. Cada vez es más difícil estudiar.

 

La interinidad no es algo definitivo. Eres vulnerable y estás a merced de las circunstancias. Así que no te acomodes. No dejes que caiga sobre tí la maldición del interino y persigue siempre tu plaza fija.

 

El sueño del oso

 

Cuenta la fábula que, mientras hibernaba el oso, un sueño se repetía en su mente una y otra vez. Soñaba con un río de agua cristalina y un salmón, el salmón más grande que jamás se hubiera visto. Cuando el oso se acercaba al río, el salmón le miraba y decía: «nunca podrás atraparme por más que lo intentes, soy un salmón inalcanzable». Y se alejaba coleteando a la misma velocidad que el oso se acercaba, así que nunca podía reducir la distancia entre ambos.

 

Cuando despertó el oso, se dirigió al río y vio un salmón. Recordando el sueño, convino que jamás podría atraparlo, así que se dio media vuelta y buscó otro tipo de alimento más asequible.

 

La moraleja de esta fábula es que cuando soñamos demasiado con algo acabamos por idealizarlo y entonces se escapa de nuestro alcance, definitivamente. Convertimos lo posible en imposible. Nuestra mente nos previene de intentar conseguir lo que deseamos.

 

Algo parecido le pasa a muchos docentes interinos. Se acostumbran a su situación, a conformarse, a permanecer siempre a la expectativa. Durante años sueñan con una plaza fija pero hacen poco por conseguirla y este sueño se transforma en una ilusión, una meta imposible. Cada año que pasa, el sueño se aleja un poco más.

 

Que tu sueño no se convierta en una utopía. No hibernes, no te conformes, no pierdas más tiempo. ¡Persigue tu sueño ya mismo!

 

Un examen para «monos»

 

Esta ilustración fue creada como una sátira del sistema educativo pero viene muy al caso.

 

La oposición de matemáticas no es un proceso justo y tú, como interino, partes con ventaja. Eres el mono que puede trepar el árbol mucho más alto y más rápido que el resto de animales.

Seguro que ya eres consciente de la situación: tienes una baremación alta en la fase de concurso y cuentas con una experiencia que te puede ser muy útil en la fase de oposición.

 

Sin embargo, muchos interinos continúan afrontando cada oposición sin esperanza, aceptando de antemano una condena a la eterna interinidad. Debes cambiar de actitud. Piensa que corres con unas Nike y otros van descalzos, que vienes a una guerra con cañones y otros solo traen piedras.

 

Quizás cayó sobre ti la maldición del interino o llegas tras una larga hibernación, pero la realidad es que la vida te pone en una situación de ventaja y debes aprovecharla. Es tu oportunidad, tu momento, te mereces un empleo estable después de tanto tiempo. ¡Ve a por lo que es tuyo!

 

 

Perro viejo

 

Llevas unos años en esto de la docencia y ya eres perro viejo. La experiencia que tienes como profesor es tus fortalezas más valiosas en esta oposición y deberás aprovecharla al máximo.

 

Tu estrategia deberá basarse en este punto, principalmente, y en tu baremación.

 

Se dice que la experiencia es un grado, y es que hay cosas que solamente se aprenden trabajando de profesor de matemáticas. Realiza un ejercicio de autoconocimiento y diseña la mejor estrategia en función de tus fortalezas y debilidades. Detrás de un gran éxito siempre hay un buen plan. Así como un matemático no debe afrontar esta oposición igual que un economista, tampoco un interino debe hacer lo mismo que un recién licenciado.

 

Utiliza tu experiencia en la resolución de problemas y en el desarrollo del tema pero, sobre todo, te servirá en el diseño de tu programación didáctica y la exposición oral.

 

Estás acostumbrado a resolver problemas de matemáticas cada día. Ya sé que el nivel de una oposición no es equivalente, pero tienes práctica a la hora de visualizar el proceso mental que se utiliza para resolver un problema y explicarlo a tus alumnos. Utiliza el mismo proceso en tu oposición y explícalo como si estuvieras ante tu clase.

 

Consigue las programaciones de los centros donde has trabajado y analiza los diferentes problemas que surgen al ponerlas en práctica. Comenta alguno de estos problemas en tu exposición y tu tribunal entenderá que sabes llevar una programación a la realidad, que conoces los aspectos pedagógicos más importantes. Por otra parte, aprovecha tus tablas para hablar en público; es algo que haces diariamente frente a veinte o treinta alumnos, no debes comportarte muy diferente frente a cinco miembros de un tribunal.

 

En cuanto al nivel, un 2º de Bachillerato de ciencias ya empieza a acercarse al nivel de la oposición, en algunos casos es incluso comparable. Arréglatelas para impartir clases a los cursos más avanzados, porque los contenidos te servirán de repaso y base para tu oposición. Será como estudiar mientras trabajas.

 

Por último, el horario de un profesor es famoso por ser intenso, pero reducido. Eres un afortunado, muchos opositores trabajan en la empresa privada y apenas sacarán unas horas a la semana para estudiar. Tú tienes las tardes enteras, los fines de semana y muchas vacaciones. Seguramente tengas otras obligaciones que atender, pero no serás el único. Aprovecha el tiempo que te ofrece tu profesión.

 

 

La veteranía en la guerra

 

Una oposición es una competición: unos ganan y otros pierden. Es una guerra y tú eres veterano en esto porque no es la primera vez luchas. Tus galones van a servirte de mucho.

 

Todo guerrero se protege con una buena armadura y se provee de eficaces armas para atacar al enemigo durante una batalla. Como interino, tú también tienes las tuyas y se basan principalmente en tu experiencia como profesor y opositor. Haber estado en otra oposición de matemáticas te hace conocedor de muchos detalles que a otros opositores se les escaparán, y esa experiencia te servirá para saber dónde están las claves para triunfar. Si utilizas bien tus armas podrás aprovechar al máximo tus fortalezas y conseguir la plaza que tanto mereces.

 

Seguramente en la otra oposición estudiaste muchas cosas que no te resultaron útiles. Pero ahora conoces el temario, la estructura, el nivel de exigencia, etc. Ya sabes qué es lo importante, así que deshazte de todo lo innecesario, sé minimalista. Simplifica todos los contenidos y el proceso de estudio, porque lo sencillo funciona mejor. Ganarás en eficacia y en concentración.

 

También sabes que, en una guerra, tiene más opciones de ganar quien más cree en su victoria. Aleja de ti la maldición del interino y deja de hibernar. Convéncete de tus posibilidades y sal a ganar. Quizás la otra vez fuiste «a probar suerte» o con el único objetivo de entrar en la bolsa de interinos. Habrás visto a muchos otros opositores con esta misma actitud. Esta vez, la victoria debe ser la única posibilidad que consideres.

 

Una oposición es una guerra, no una batalla. Es decir, es un proceso largo en el que puedes perder alguna batalla puntualmente y, aun así, ganar. Es importante que no te desanimes si en algún momento notas que te falta tiempo, que no te salen los problemas o incluso si alguna fase de la oposición no te ha salido como esperabas. ¡Al resto les pasa lo mismo!

 

Si conoces la famosa fábula de la tortuga y la liebre, sé la tortuga y no la liebre. Avanza poco a poco, con esfuerzo y constancia. El camino es largo y necesitarás mucha energía, sobre todo al final. Persevera. Supérate continuamente y mejórate tras cada bache. Utiliza técnicas para mejorar tu fuerza de voluntad y tu capacidad para perseverar.

 

Finalmente, déjate ayudar. Sabes que andar el camino en solitario no suele ser una buena opción en estos casos. Elige tu mejor compañía, ya sea una academia, un preparador particular o un método online. Será tu punto de apoyo, tu luz en momentos de oscuridad.

satira sistema educativo

 

Espero haber despertado en ti la motivación necesaria para empezar a luchar por tu plaza fija desde ya mismo, y haberte orientado acerca de cómo hacerlo.

 

Me gustaría recordarte que yo conseguí mi plaza gracias al Método #EMAP. He diseñado y mejorado este método para que dispongas de todo lo necesario para conseguir tu plaza, superando las desventajas de una academia convencional. Te animo a que continúes indagando en mi web y descubriendo el método #EMAP, y espero que decidas unirte para que recorramos el camino juntos.

 

También te invito a que comentes este artículo y, si necesitas saber algo más, contactes conmigo a través del formulario web. ¡Prometo contestarte lo antes posible!